DÍAS LLENOS DE FANTASMAS
Son unos días llenos de fantasmas. El cielo se vuelve fuego y el calor que escondía mi cuerpo descansa ahora en una catacumba. Son unos días llenos de fantasmas. En el cielo se escuchan truenos y mi cuerpo es ahora un hervidero. Se organiza un banquete. Presente. Te sientas, lees y pides. Ausente. Hablan, sonríen, escuchas y la vivencia explicada te impacta distorsionada. Son unos días llenos de fantasmas. Quizás esté triste. ¿Por ellos? ¿Por mí? Añoro un brasero al aire libre. A fuego lento, en llamas, vivo. Son unos días llenos de fantasmas. Ojalá una chispa del fuego encienda la sábana. Son unos días con menos fantasmas.