ME ABURROOOOOOO
Me aburro. Pero antes de llegar a este punto debería preguntarme ¿por qué me aborrecí? Perdí de vista tu vista. Después me olvidé de tu vida, de la mía. Compartimos un espacio reducido, una mesa y tres sillas y en el rato que duró la comida, no escuchamos ni una risa, ni un llanto, ni una historia… En una mano la pizza, en la otra la pantalla y por poco mueren deshidratados al olvidarse de pedir una pajita para la bebida. ¡Qué burros! Por un momento me he visto obligado a levantar la vista del libro El imperio del dolor. ¿Qué libro leeremos de aquí unos años?
Sigo corriendo para huir de la digitalización. Un rato de aire a diario sienta de maravilla. ¡Pruébenlo! Es mucho mejor que el Valium y el scroll.