ELOGIO AL MOVIMIENTO
La belleza la encuentro en el movimiento y me pido escupirle a quien intenta detener al tiempo. Pieles estiradas que le dan la espalda a la espontaneidad por temor a sonreír. Quizás debería dejar de pensar y apostarlo todo a la naturalidad: ¡Qué trabajo tan horrible han hecho contigo! Te brilla la frente de tanto frotarla. Has borrado las irregularidades y con ellas tus habilidades. Ahora eres un desconocido. Algo más cosido y algo deprimido. ¿Dónde han quedado aquellas carcajadas…? Al subir a aquella planta regalaste tus flores, tus colores y a cambio suplicaste salir como los picaflores o llamando la atención con aquellos tacones. Ahora se acerca la noche de los trucos y si nos cruzamos contigo gritaremos al unísono: ¡Qué horrores! Mañana se cumplirán dos años y cada día te recuerdo en movimiento, con tus canas, tus arrugas, tu barriga, tu grandeza y sobre todo tu belleza.