ME ESTOY INTOXICANDO, ME ESTOY PURIFICANDO
Me estoy intoxicando, me estoy purificando. Los focos rojos se han apagado y un espectro nos sigue moviendo. Aquí dentro no hay cabida para el odio pero el buen rollo nos invita a abrir la puerta. El cielo se ha puesto de mi lado y ha cubierto las estrellas con un manto. Llueve y sin embargo seguimos calientes. No es ningún despropósito cuando digo que los demonios son el depósito. Y acabaré por encontrar la fórmula para esquivar la artificialidad. Tierra, caminos, madera, campo, de vez en cuando tú y muchas otras tú. Me estoy intoxicando, me estoy purificando. ¿Quién pudiera apoderarse de aquel clásico?