LUZ QUE NO DAÑE A LOS OJOS
Uno, dos, tres… He quemado el pasado y he dejado las cenizas en la orilla. Allí donde vuelvo me flashea el recuerdo de tiempos alegres, activos y en ocasiones adictivos. Todo huele a nuevo y este aroma que entra por la puerta no es el tuyo. Quiero un hogar con luz que no dañe a los ojos. Por favor no vengas a teñir mis paredes de gris. Si hay que decir bobadas que sean de las que provocan carcajadas. Uno, dos, tres… ¡Me estoy esforzando por lograr ser feliz!