MATERIA SOÑADA
Con esta frase concluye la última entrada: calma y aplomo mucho antes de agosto. Pero la percepción es de ahogo. En mayo el territorio ya se hace angosto y el aplomo ha cogido el mal vicio de transformarse en plomo. Fantasía divertida en Las Dalias. Música y cartas de póker bailando con los pies a las puertas del cielo y pienso: ¡Las veo! Repóker. Las conversaciones son exitosas, la luz evoluciona sobre las formas y nadie se deforma. Y pese a la podredumbre, la isla sigue ofreciendo su deslumbre. Higueras que ejercen una atracción pausada para una siesta. Calas que calan por su silencio, su soledad, su agua y su pausa. Arquitectura cimentada con la materia soñada de la vida sencilla. Almendras, hierbas, Talaia, sueño en la arena, amor en cadena y ninguno de los dos se desmaya. Grasis!