TOMATE Y LA TRASCENDENCIA DE UN ACENTO
Me he propuesto escribir en mi agenda todo aquello que necesito y coger el pico y la pala para hacer un agujero y enterrar todo aquello que quiero. He ido a la casa Almendro y en mis notas había escrito: Tomate. Quiero hacer un gazpacho cuando llegue a casa. Pero soy un ser humano. Un animal cruel y despistado. Desordenado y despiadado… De oferta tienen la Daura y salto como gato despeinado sobre el lineal. Es probable que en mi agenda faltase unas letras: Tómate una cerveza. El gazpacho se toma en verano y hoy sigue siendo primavera. Y con la luna como vela, el pareo en la arena, los palitos suplicando: ¡Por favor, no me muerdas! hemos cenado sin tarjeta, hemos secado nuestras lenguas arreglando el desguisado. Y poco antes de la media noche, nos hemos recogido caminando, La banda australiana sonando por los poros del Marshall nos ha acompañado en nuestra última danza. Mañana es muy probable que la agenda tenga escrito: Venganza. Si no me haces caso no tiene gracia.