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¡Salud!

Si de ella gozara en su extensión, ejercería todas y cada una de las funciones con cierta normalidad. Pero como la plenitud es difícil de alcanzar, me limitaré a formar y deformar la función expresiva del lenguaje. Y en numerosas ocasiones, el sentido es impenetrable.

RUN TRIP - 15: F A K  YREKA

RUN TRIP - 15: F A K YREKA

Con los ojos entreabiertos y jugando el papel de voyeur miré a través del resquicio de la persiana. Algo había cambiado. ¡EUREKA! Probablemente no fue el despertar más dulce de Vicenç. Le dejé varios segundos para que su estado somnolientodespierto se fuera ubicando y cuando me pareció que ya estaba listo para asimilar información sencilla le dije:

-Vicenç no llueve. Pero no solamente no llueve, sino que además el cielo está relativamente despejado. ¡Hoy estamos de suerte!

Mientras nos cambiábamos le dimos una ojeada rápida al google maps y vimos que a escasos metros del hotel teníamos varios senderos que se adentraban por la zona de Greenhorn Park. Salimos del hotel y antes de arrancar, volvimos sobre nuestros pasos para traspasar la puerta de nuestra habitación y rebuscar en los petates los guantes y el gorro. Incluso tuvimos la tentación de enterrarnos de nuevo bajo el edredón. Pero nuestros pensamientos en alto nos aconsejaron salir y combatir al frío. La pereza acaba siendo una aliada del condicional y de la pasividad. Y no estábamos dispuestos a explicar acontecimientos que quizás, si hubiésemos o si no hubiéramos… ¡Salgamos fuera y descubramos Yreka! ¡EUREKA, EUREKA, EUREKA! Toda la tristeza de la noche anterior se disgregó mientras avanzábamos por Humbug Trail. La zona guardaba cierto paralelismo con el Forest Park de Portland pero sin los focos, ni las etiquetas virtuales que acaban por convertirlas en zonas de tránsito y cierto paso. Sí, pasamos frío pero entramos en un especie de simbiosis con la tranquilidad que transmitía el entorno. ¡Estábamos encantados!

Y tras pasar por el hotel para ducharnos y hacer el check-out volvimos allí donde la noche anterior la soledad nos enseñó que por allí los paseantes se transformaban en pasantes. Aparcamos en Miner St. y gritamos de nuevo ¡EUREKA, EUREKA, EUREKA! al entrar en Zephyr Books and Coffee. Un cóctel de libros, café de especialidad, mesas para charlar y música en vivo. Pedimos un Fresh Press, un Sweet Matcha Latte, un par de trozos de Carrot Pie y nos sentamos para desayunar escuchando a Jeffrey Harless.

Pero la magia de Yreka parecía no tener fin. Después de desayunar pedimos tanda en Palace Barber Shop para darle un repaso con la navaja a la melena de Vicenç. De las paredes de la barbería colgaban algunos de los tesoros que había cazado el barbero y una declaración de intenciones:

“Guns don’t cause crime anymore than flies cause garbage.”

Si alguno tenía la intención de salir sin pagar, esa no era su barbería.

¡EUREKA, EUREKA, EUREKA, qué gran descubrimiento Yreka! Las cinco horas que teníamos por delante hasta llegar a Folsom no nos iban a pesar lo más mínimo.

RUN TRIP - 16: YREKA - ROCKLIN

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RUN TRIP - 14: YREKA

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