RUN TRIP - 9: PDX II
Desde el primer día manteníamos la misma rutina. Lo primero que hacíamos era correr. Después nos duchábamos, dejábamos el hotel, buscábamos un coffee roaster para desayunar y nos poníamos al volante para alcanzar la próxima parada del viaje. Pero nuestra segunda mañana en Portland nos cambió los planes. Teníamos una cita a las 7:00 pm en el Peculiarium con los chicos de Stumprunners. Así que teníamos todo el día por delante para callejear por la ciudad. La primera golosina fue The Athletic. El segundo dulce cayó del lado de Salt & Straw y el colofón del azúcar nos lo brindó Voodoo Daughnut.
Vicenç necesitaba nivelar los parámetros del azúcar con alcohol y yo con café. Cogimos el trasto y lo aparcamos frente al Coava, Un café para llevar y aprovechando que estábamos del otro lado del Willamette fuimos a investigar el área noreste del Portland. Y allí nos topamos con los tiradores de cerveza más increíbles que he visto hasta la fecha: Diez tiradores fabricados con bujes y direcciones Chris King. Pero la magia no acababa aquí. Del techo colgaban numerosos cuadros de acero de los diferentes frame handbuilder de Oregón. Sin aspavientos, ni haciendo sonar el bombo y el platillo. Todo con la mayor de las naturalidades. ¡Me encanta Portland!
Y como no podía ser de otra manera, en cuanto llegó la hora de salir a correr empezó a llover. Podíamos variar el orden de los factores, pero el resultado iba a ser el mismo. Nuestra vida americana estaba sellada con agua. Los Stumprunners nos dieron una vuelta por Pearl District. El recorrido culminó en la barra de un restaurante con un bol de ramen. Para tratarse de un martes post laboral, el resultado fue insuperable. Big plan!