MIS PASOS SERÁN RUIDOSOS
Si no fuese por la celebración, pensaría que hay una vaga necrosis habitando en mi interior. Mis pasos son silenciosos por la falta de estimulación. Pero hay algo más grave que mi tos endémica: la banalidad del instante presente. Quizás me haga demasiadas preguntas o quizás analice con insistencia el momento, dejando que éste se escape mirándome de frente. Todo me ha parecido menesteroso, incluso diría que cochambroso. Me he limitado a ser un espectador, distante y apático. Es un mundo en el que respiro mal, pero en mi interior también existe una antigua esperanza construida a través de revoluciones biológicas que me hacen pensar que mañana mis pasos serán ruidosos.