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¡Salud!

Si de ella gozara en su extensión, ejercería todas y cada una de las funciones con cierta normalidad. Pero como la plenitud es difícil de alcanzar, me limitaré a formar y deformar la función expresiva del lenguaje. Y en numerosas ocasiones, el sentido es impenetrable.

PRIMAVERA, SOL Y CAMBIO DE ESTACIÓN

PRIMAVERA, SOL Y CAMBIO DE ESTACIÓN

Una vida entre las cuerdas, el libro de Magela Ronda sobre Antonio Vega ha sido el sitio de mi recreo a lo largo de unos días. Hoy he girado su última página y queda aparcado en la estantería. Ahora toca decidir entre Andrés Valenzuela, Paul Auster, Santiago Lorenzo o Colson Whitehead. A Allen Ginsberg lo he descartado. Aullido pasó de mano en mano pero no ha querido quedarse conmigo. Hey, hay que darse prisa que alguien reclama saltar del hall a la cama. Y en la cama se queja mi alma. Cada cinco caigo uno y la secuencia parece no tener fondo. Primavera, sol y cambio de estación. Pero la tos sigue atacando con empeño de hierro y yo lo que quiero es primavera, sol y cambio de estación. Tomarme un café en La Comuna, charlar en una tienda con un amigo exquisito, subirme al coche con luz en la muñeca, patear Barcelona y encontrarme con EL ONCE que no pateaba la pelota más bien la acariciaba -¡qué recuerdos, papá! Tardes de fútbol generacional.- Primavera, sol y cambio de estación. Clásico, gorra, gorro y pelos al viento. Hey ya leo al artista y me echo unas risas. LA fille, les filles y Slowmov. Primavera, sol y cambio de estación. Olas en el mar y surfer en los pies. Quiero pasarme el día corriendo con ellas, sudando con ellas y duchándome sin ellas. Primavera, sol y cambio de estación.

LA BANDERA DE LA MÁXIMA TRISTEZA

LA BANDERA DE LA MÁXIMA TRISTEZA

EXISTE UN MUNDO ENTRE NUESTRAS VENAS.

EXISTE UN MUNDO ENTRE NUESTRAS VENAS.