ANO 2022
No parece que estemos en el último día del ano 2022, ni estoy escribiendo con un teclado americano. He salido a pasear para intentar enterrarlo. Camino silbando pero mi boca parece lo mismo que el 2022: un ano. Solo sale aire, sin ritmo…he dejado de ser un hombre tranquilo. Mis pensamientos no consiguen avanzar y se han quedado atrapados en el programa centrifugado. Vivo sin latido, ni emoción, ni sentimiento en una casa sin barrotes. La puerta está abierta pero la celadora está recelosa y no quiere rubricar mi libertad. Sigo con el tercer grado: debo pernoctar en chirona. Pero estoy esperanzado. El 2023 recuperará la “ñ” y llegará el alivio. Las cosas bonitas harán que vuelva a silbar y reír.