EL MURO DE LA FRIALDAD
No se me había olvidado una conversación que tuve con un amigo en pleno confinamiento. Me preguntó algo tan sencillo como qué es lo que echaba de menos de aquel tiempo tan cercano sobre el cual habíamos levantado un muro de frialdad.
“Coger el coche, subir a Begues aparcarlo a las puertas del Parque Natural de Garraf y correr por la pista hasta la Plana Novella. Dar media vuelta y regresar. Echo de menos la tierra, el silencio, la naturaleza y la soledad. Poner punto en boca y alcanzar una especie de delirio en el que no tenga cabida ni asiento el sufrimiento.”
Hoy he derribado el muro de la frialdad.